lunes, diciembre 11, 2017

Mona Lisa


 Leonardo fue el hombre del Renacimiento, inventor visionario, ingeniero prodigioso, y como artista también un adelantado.

En la pintura , el artista sabe que ser pintor es más que todo manejar imágenes que a su vez crean conceptos multidireccionales y multi interpretativos , hacia la realidad por supuesto del presente, pero también con una mirada hacia la historia, hacia el pasado, y con esta última mirada, muchas veces el Arte en su mundo de imágenes crea  un espejo, y allí podemos ver  una visión del futuro.

Leonardo con el sfumato y el sutil manejo del color recrea lo que el ojo humano hace al enfocar un objeto y desenfocar lo demás, y con el uso de otra técnica de dibujo, la perspectiva ,agranda las manos de la Gioconda para con esa exageración dar otro indicio de espacio. Trata entonces de  recrear en una tabla, en  dos dimensiones , lo que sucede en tres dimensiones, más el tiempo.

Hablemos del tiempo. La perspectiva trata de reproducir las deformaciones de los objetos que  nuestro cerebro  lee como   espacio tridimensional y esa lectura del espacio , que en el dibujo se muestra como un comprimido listo para consumir también nos da una sensación de tiempo. Con el sfumato construye ese resultado de como  nuestros ojos  enfocan los objetos y de esa forma también miden el espacio, y cuando enfocan algo no solo miden espacio sino que nuestro cerebro guarda en la memoria  la sensación de un  breve  tiempo transcurrido, de vivir un pequeño lapso de tiempo.

El gran artista, el gran ilusionista,  construye con esa imágen un verdadero artefacto mágico con herramientas bien aceitadas que reconstruyen en nuestro cerebro  la sensación de estar viendo a través de una ventana cosas que por una pequeño momento relativo ¡existen!, que parecen  moverse, respirar. Hasta algunos dicen , que pueden ver o mejor sentir como  la mujer del retrato, la Mona Lisa.  mueve sus ojos para ella también enfocarnos.

Así  a las dos dimensiones de la tabla le agrega dos más.

En este cuadro además  podemos ver los inicios técnicos que luego de siglos desarrollaron nuevas  artes, invenciones y máquinas que hoy existen: la fotografía, el cine, la televisión, las pantallas 3d, y en el futuro quizás más cosas asombrosas, todas cubriendo y desarrollando una necesidad nuestra   de resumir la realidad, y así tratar de comprenderla simplificando su complejidad , en este caso en un plano, en sólo dos dimensiones.

Vemos también en esta increíble obra como Leonardo nos está diciendo hacia donde iba  ir el arte occidental y ya podemos decir mundial, que era un camino a veces vacilante a veces exageradamente rápido, desde el oficio medieval hacia la intelectualización total del artista. En este cuadro vemos la intención de agregar al arte estudios de la Anatomía, de Física,  juntar el Arte con la Ciencia.  Esa necesidad de ir más allá de lo que vemos, una investigación paralela por fuera del arte y que luego se amalgama con la Poesía, sin duda es una primigenia actitud vanguardista.

La primera Vanguardia del siglo 20 para mi fue el Impresionismo que como toda Vanguardia estuvo adelantada , porque su temporalidad en realidad es del siglo 19, digo la primera porque esa búsqueda de novedad revolucionaria o por lo menos el planteo o intención , sumado al cambio formal radical, fue  repetida por todas las demás, también el hecho de tomar y basarse en teorías y descubrimientos por fuera de la pintura, no siempre de la ciencias, también de otras artes como la danza, el teatro, la escenografía, la arquitectura, digamos, todo.

Como Leonardo con la Mona Lisa los impresionistas plantearon una ruptura radical con lo anterior, que fue agregar a todo lo que ya venía haciéndose, en este caso al Romanticismo y al Realismo , una solución técnica visual que procedía de fuera del arte. Los impresionistas transformaron el uso del color y al dibujo con procedimientos que trataron de asimilar   descubrimientos científicos de la Física de la luz , en suma trataron de entender  la realidad más allá de los limites del oficio, y de los ojos.
La pintura no se ve , se piensa. Trataron de provocar, de sintetizar en la tela realmente lo que sentimos lo que vivimos al ver algo un objeto o un paisaje,  lo que sentimos que la luz  produce en los objetos , como los descompone, los deforma, los construye y destruye constantemente. Recrear entonces una imágen que llegue nítidamente  a nuestro cerebro  intentando que se repitan sensaciones espaciales , de como con el color y la luz de alguna forma traspasamos los objetos, como si tuviéramos rayos en los ojos, y junto con ello como en el cuadro de Da Vinci llegan a nosotros  también  sensaciones de temporalidad, una imagen que nos transporta por un momento a estar "viviendo" dentro de la escena del cuadro  , y que luego como un eco se repetirá en nuestra memoria. .

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